Por qué y para qué una violinista se encierra una semana en urna de cristal junto a la plaza de la Independencia en Madrid. Como aluden los promotores de la idea para "inspirarse y componer" y de paso para promocionar una comunidad virtual. Me ha sorprendido esta iniciativa por que es una mezcla de la coctelera mediática actual: se encuadra en la tendencia actual de lo que se denomina marketing experencial o de experiencias fusionado con el marketing de guerrilla y todo sazonado con el mundo del arte.
El marketing de guerrilla intenta sacar del contexto habitual al que está sometido un producto para llegar con el mensaje de una manera diferente y con el objetivo de no pasar desapercibido en la jungla actual. Este gran hermano del arte o burbuja creativa efectivamente ha conseguido repercusión, notoriedad y conocimiento. Los promotores de la idea argumentan que la burbuja creativa es un auténtico escaparate viviente que muestra que una persona aislada del mundo y de la gente que le rodea se sirve de internet para comunicarse con el mundo exterior.
Muchos artístas no se prestarían a este tipo de iniciativas, seguramente la tíldarían de experimento de marketing, pero lo que es seguro es que los códigos de comunicación están cambiando, el marketing está encontrando el escenario "callejero" para ofrecer sus propuestas. Aunque no sé si sirvió el experimento para realmente que la violinista encontrara el caldo de cultivo para inspirarse, pero seguro que disfrutó con la experiencia.
Picasso ya decía "si me viene la inspiración que me coja trabajando". A Patricia "trabajó" durante una semana y hasta es posible que le viniera la inspiración.
Arte, nuevas tecnologías, marketing de experiencias, de guerrilla, trabajo, notoriedad, provocación, experimento sociológico. Todo está en la coctelera. Algo está cambiando en el mundo del arte y del marketing.
