Una experiencia que supongo será relevante para los músicos profesionales que se "reconvertirán" en músicos callejeros. Una iniciativa que está enmarcada dentro de una acción de responsabilidad social corporativa ya que como todos los músicos callejeros también pasarán la gorra, pero lo recaudado ese día será sumado al donativo que 1906 hará a la ONG Músicos Mundi para la creación del I Banco de Instrumentos.
Artes escénicas y musicales al servicio de la estrategia de comunicación de una empresa que apuesta por acciones diferentes y sorprendentes.